viernes, 8 de febrero de 2008

Biotecnología: La tecnología del siglo XXI

“La biotecnología es la tecnología del siglo XXI”

Entrevista a: Ernesto Bustamante Donayre, decano del Colegio de Biólogos del Perú

Revista COSAS No 386, Pág. 40, 8 de febrero de 2008

Reportera: Joana Cervilla


El decano del Colegio de Biólogos del Perú y director del laboratorio Biogenómica expone las virtudes que traería la aprobación de la “ley general de desarrollo de la biotecnología moderna en el Perú”.

–De aprobarse la ley, ¿entrarían masivamente los alimentos transgénicos?
–La ley no es para que entren los transgénicos, sino para que éstos puedan ser utilizados en beneficio del desarrollo económico del país. El Perú ya es importador de productos transgénicos bajo la forma de alimentos procesados. Eso ya es parte de nuestra realidad. Nosotros tenemos dieciocho productos de agroexportación. Si hablamos de macroeconomía, el Perú exporta 100 millones de dólares en productos orgánicos; su techo quizás sea 300 millones, porque falta guano de isla y excremento de vaca. En cambio, si a nuestros productos de bandera les introducimos elementos transgénicos beneficiosos, los 2 mil millones de dólares al año en exportaciones que ya tenemos se pueden convertir en 8 mil millones en cuatro años. La introducción de la llamada biotecnología moderna va a permitir que esta exportación se potencie, y no estamos hablando sólo de protección contra plagas o resistencia a sequías, sino de conferirle propiedades inusuales como que se pueda tener algodón inarrugable o teñido.

–¿Por qué la resistencia a que se apruebe esta ley?
–Los que se oponen a la ley están basándose en conjeturas propias de los años noventa. El primer producto transgénico que se introdujo al mercado fue un tomate que duraba más tiempo. Se llamaba “flavor savour tomato”. Eso fue hace catorce años y hasta ahora no se ha podido demostrar daño alguno contra la salud humana por culpa de lo transgénico. Ahora, esa tecnología se usa en veintiséis países del mundo. El Perú perdería la gran oportunidad de su historia al no subirse al tren del desarrollo, porque la biotecnología es la tecnología del siglo XXI.

–¿Y qué virtudes traería esta ley en términos científicos?
–No hay razón para que, en el Perú, los biólogos moleculares no tengamos la opción de contribuir al desarrollo económico del país utilizando biotecnología moderna. Por eso es importante que se apruebe esa ley, para que existan los mecanismos que promuevan la biotecnología moderna.

–Muchos países de la Comunidad Europea han prohibido estos productos.
–Aquí, como en Europa, se teme a todo lo nuevo. Cuando se introdujo el llamado tren de gran velocidad en Francia, la gente decía que te iba a hacer daño en el cerebro.

–¿Mucha de la crítica está orientada a que la transnacional Monsanto ingrese al Perú?
–Monsanto es el líder de las compañías que fabrican productos transgénicos diseñados para países templados. Si yo traigo una semilla que crece en Argentina, en el Perú no va a crecer bien. Uno tiene que hacer ingeniería en cada semilla adaptándola a cada latitud donde la va a sembrar. Eso lo tenemos que hacer los peruanos y podemos hacerlo. Si Monsanto quisiera ingresar y sembrar, ¿por qué no? El Perú está en un mercado libre y se permite la inversión.

–Se está pidiendo, además, que se etiqueten estos productos con la advertencia de que son productos “genéticamente modificados”.
–Bueno, hay una ONG que tiene el nombre de Asociación de Consumidores. Etiquetar un producto significa advertir al consumidor, pero yo preferiría que me adviertan si un producto está contaminado con bacterias que me van a causar daño. Uno no puede sencillamente decir en una etiqueta que un producto tiene transgénicos; tienes que decir cuánto, y para cuantificar y hacer el monitoreo se requiere hacerlo lote por lote, lo que sería un incremento de precio al producto de casi el doble. Si lo transgénico hiciera daño, ya se habría retirado del mercado.

–¿Usted cree que la oferta orgánica se va a ver afectada?
–Ése es un gran mito. Estados Unidos es, al mismo tiempo, el primer productor de productos orgánicos y de transgénicos en el mundo, y coexisten. No es verdad que un producto transgénico vaya a contaminar un producto orgánico a pesar de que los cultivos estén muy cerca.

–¿Tenemos el potencial en el Perú para hacer e invertir en biotecnología?
–Hay 40 mil ingenieros y 7,200 biólogos. Hay un buen número de gente que está perfectamente capacitada para hacerlo. Hacer un transgénico es un experimento de primer año en las universidades norteamericanas. Acá en el Perú no se puede porque está prohibido.

–¿Cree que se aprobará la ley?
–Yo creo que sí. Tenemos que dar la oportunidad a los científicos peruanos para que se pueda hacer biotecnología aquí. Tenemos el capital humano y la biodiversidad.