miércoles, 28 de noviembre de 2007

El Desafío del Siglo XXI

El Desafío del Siglo XXI
Escrito por Alberto Maldonado
http://www.eljurado.org/cms/content/view/843/
miércoles, 28 noviembre 2007

ImageLos congresistas, Carlos Bruce Montes de Oca y David Waisman Rjavinsthi, junto al Decano Nacional del Colegio de Biólogos del Perú, Phd Ernesto Bustamante, han organizado la Conferencia "Bioeconomía: El Desafío Económico - Social del Siglo XXI.

Esta conferencia, contará, con la participación de profesionales de la Universidad Nacional Agraria y expositores especializados en el tema.

ImageEl objetivo principal, de dicho evento, es brindar la información científica, que servirá, para entender la importancia del Proyecto de Ley, de Promoción de Biotecnología Moderna, como desafío de competitividad, productividad y rentabilidad, elevar la calidad de vida de los más pobres, y dar cumplimiento a los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

La citada reunión, se llevará adelante, los días miércoles 28 de noviembre y el próximo martes 4 de diciembre, a las ocho de la mañana, en el Salón Kuélap del Hotel Meliá, de San Isidro, en Lima.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Crítica a “El Culpable es el Hortelano” # 2

Desvaríos del Hortelano

Por: Denis Rojas, Director Ejecutivo, Asociación Civil Labor
http://www.labor.org.pe/oficina-lima/noticias/lima-noticias-01.php?kdigo=500


Quiero abordar dos temas relacionados, aparecidos en días recientes en la prensa nacional.

Primero el síndrome…
Hace poco el presidente Alan García empleó el refrán del “perro del hortelano” para referirse a la situación actual de muchas inversiones, supuestamente frustradas por la actividad de organizaciones ambientalistas impidiendo el desarrollo de sus localidades. Para ello, aplica este dicho popular como una ley que no acepta discusión –un hecho probado y comprobado que se cumple siempre– y, lo de mayor relevancia, ¿a quién no deja comer el perro? al hortelano, a su amo, y esa es probablemente la visión que tenga el presidente de la República sobre el resto de peruanos, vistos como súbditos de las empresas mineras, entre los cuales hay algunos fastidiosos, que no dejan actuar a su amo, sin reconocer que éste muchas veces se equivoca y actúa mal.

Por ejemplo, el presidente menciona el caso del Desarrollo en Ilo, y cita textualmente “… cuando voy a la ciudad de Ilo y veo su desarrollo urbano, que es el más avanzado del Perú, sé que es producto de la minería…”, así tergiversa la verdad, obviando la importancia que tuvo el gobierno local y la sociedad civil organizada durante los años ’80 y ’90 del siglo pasado, cuando palmo a palmo fueron construyendo la ciudad, con mínima o nula participación de la empresa Southern. En cambio, la población de Ilo es testigo de cómo durante mas de 50 años la empresa usa la infraestructura de la ciudad, y a cambio, sólo dispone escorias, gases y relaves en la atmósfera, mar y suelo de Ilo, lo que la hizo una de las ciudades más contaminadas del mundo, hasta que hace unos meses, la presión social, local e internacional, lograron que la empresa modernice la fundición que inauguró Alan García.

En cambio, el presidente es incapaz de reconocer que en el proceso de modernización de Ilo, como muchos reconocen, instituciones ambientalistas como Asociación Civil Labor, se constituyeron en actores del desarrollo, y al lado del gobierno local contribuyeron a hacer de Ilo una ciudad con ricas experiencias de gestión participativa y gestión ambiental, que ha servido y sirve de modelo a otras ciudades en el país y el mundo. En ese sentido, frente a un Estado que no exige responsabilidad a las empresas mineras, instituciones ambientalistas como la nuestra, promueven la adopción de políticas y prácticas de Responsabilidad Social en las empresas, en el Estado y en la sociedad civil, para que avancen en este lento traginar a cumplir con su rol de socios co-responsables del desarrollo local.

Luego la demencia…
Pero allí no acabó, Ernesto Bustamante, Decano Nacional del Colegio de Biólogos del Perú, en un artículo publicado el martes 20 en el diario El Comercio, pretende deslegitimar al CONAM, criticándola por contar con una representante de la Redes Ambientalistas, tildando injustamente a María Elena Foronda de “antidesarrollista”, “antiempresa” y hasta de “terrorista”… Lamentablemente, en esta campaña desatada por el gobierno, es así como definen a las organizaciones y líderes que se preocupan por lograr una gestión ambiental responsable, en el camino por alcanzar el desarrollo sostenible.

El señor Bustamante en su ataque, se escandaliza porque halla a los ambientalistas criticados por Alan García, en los propios organismos del Estado, deslegitimándolo por esta causa, mientras incluye a las ONG´s ambientalistas en el saco de la intransigencia y el radicalismo.

A pesar de los conflictos que vienen creando a lo largo del país, el gobierno persiste en su ciega y desesperada acción en defensa de la instalación de las mineras “a como dé lugar” y, para ello no le preocupa apelar a campañas contra las instituciones de la sociedad civil y sus representantes, desprestigiando hoy a los ambientalistas y ecologistas, como hicieron regímenes totalitarios anteriores con los políticos y sindicalistas, en su afán de destruir el tejido social, único capaz de dar soporte al desarrollo que necesita nuestra patria.

domingo, 25 de noviembre de 2007

Crítica a “El Culpable es el Hortelano” # 1

Nuevas listas a publicarse


Por Raúl Wiener

Diario "La Primera" , domingo 25 de noviembre de 2007
http://rwiener.blogspot.com/2007/11/nuevas-listas-publicarse.html

Supimos, hace unas pocas semanas, en artículo de toda página, que quiénes creíamos estar defendiendo derechos laborales, comunales, ambientales, pesqueros, amazónicos, o, finalmente, nacionales, éramos en realidad unos perros del hortelano que andábamos impidiendo comer a unas desnutridas grandes empresas, dispuestas a invertir en todo lo que a este hermoso y dotado país se le pueda sacar en los próximos años.

Lo que no nos percatamos, hasta este último martes, es que el aparentemente académico artículo de Alan García iba a tener como secuela la aparición de nuevos sabuesos en la escena, esta vez buscando ser adoptados por el presidente, porque son de los que saben dónde están esos que impiden que la modernidad y la inversión lleguen a nosotros.

“El Culpable es el Hortelano”, reza el título del artículo del decano de biólogos, Ernesto Bustamante que – ¡cómo podría ser de otra manera!-, logra un lugar destacado en la misma sección editorial de “El Comercio”, donde García comenzó con el tema.

¿Y qué dice? Que el hortelano que estaría ordenando morder las piernas del gobierno y la gran inversión, sería nada menos que el Consejo Nacional de Ambiente (CONAM), el siempre ambiguo organismo encargado de proponer normas ambientales y vigilar su cumplimiento.

Hasta aquí se hubiera pensado en la crítica inversa: que si los daños ecológicos siguen avanzando en el país, es por debilidad de CONAM y por falta de doctrina clara. Pero he aquí que, a pesar de ello, para el primer colegiado biólogo del país, esta entidad es el verdadero enemigo. ¿Por qué? Porque abrió el debate sobre los organismos modificados y transgénicos, y dejo oír voces opositoras, mientras el señor Bustamante es un propagandista de los mismos. O tal vez porque no ha dicho que lo mejor que puede ocurrirnos es que se abran minas en todas partes y que los ríos sean como el Mantaro o el Rímac. O, por último, porque mejor sin controles, definitivamente.

Y, claro, como la competencia es así, la mejor cosa que puede hacerse es señalar que el ambientalismo está relacionado con el terrorismo (¡). Y ¿con qué pruebas? Obvio, recordar que ya hubo una persecución hace años contra la directora del Centro Natura en Chimbote por su lucha contra la contaminación de su ciudad, que la llevó a la cárcel bajo acusaciones falsas que los jueces desestimaron. ¿Qué cosa más fácil que volver sobre el tema? Cómo en las listas de García. Daño gratuito y afán por llevar al terreno policiaco un asunto que toca los intereses más profundos del país.

Pero no se queda ahí: don biólogo afirma que el representante del gobierno en el CONAM es antigobierno y el de la CONFIEP, antiempresa, por posturas concretas asumidas en relación a la contaminación y daños a la naturaleza. En resumen, tirando dedo a medio mundo, el señor Bustamante hace méritos ante el gobierno y define lo que puede terminar siendo un nuevo derrotero del debate. ¿Quién más se suma a presentar otros hortelanos y sus perros respectivos, para que finalmente el gobierno haga una lista de los enemigos de la gran inversión?

Perro del Hortelano 18 - Alan García

Receta para acabar con el perro del hortelano

Diario El Comercio Domingo, 25 de noviembre de 2007

http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2007-11-25/receta_para_acabar_con_el_perr.html

Por Alan García Pérez. Presidente de la República

"El síndrome del perro del hortelano" ha iniciado un importante debate, al destacar toda la riqueza que el país tiene, pero no utiliza por razones ideológicas o burocráticas. Debo agradecer su buena acogida.

Hoy todos reconocen que hay dinero privado y público para invertir, que existe un mercado internacional creciente y que se puede incorporar las áreas ociosas a la producción, creando más trabajo con derechos sociales y garantizando el medio ambiente.

Añadiré una reflexión. Cada uno de nosotros sufre algo de lo que he llamado "síndrome del perro del hortelano". Muchas veces el Estado, las instituciones y las personas padecen de "patrimonialismo". Es decir, de la voluntad de no ceder ningún espacio y reservar para sí, para el ministerio o para la empresa, todas las funciones, los trámites y las decisiones. Ocurre también cuando un grupo que captura el poder, una región o un municipio, decide gobernar solo y bloquea el aporte técnico y profesional de muchos otros ciudadanos. En este caso, el perro del hortelano dice: "Si no lo hago yo, nadie debe hacerlo", y concluye: "Solo puede hacerlo la gente de mi propio equipo".

Permítanme enumerar algunos síntomas del mal y unas propuestas de solución:

[I] Quitar al Estado la obsesión del control total.
Ocurre que no se abre una ventana, no se arregla una vereda, ni se pone una torre de telefonía celular sin que el Estado central, regional o municipal lo apruebe. ¿Cómo curar esta obsesión?

A. Estableciendo por decreto, y de manera obligatoria, que el control del Estado sea aleatorio; es decir, que al igual que el semáforo de las aduanas del aeropuerto, el control se ejerza sobre un porcentaje de cada uno de los actos a vigilar, pero no sobre todos. Esto permite probabilísticamente una gran supervisión. Así también se reduce la ocasión de la coima y el riesgo del porcentaje no vigilado se compensa con la velocidad de los ciudadanos a los que no se retarda ni desanima. Ya la Ley 27444, del procedimiento administrativo, establece como principios la presunción de veracidad y el criterio del control posterior con los que se hace posible aplicar de inmediato el control aleatorio.

B. Fijando un plazo máximo para los estudios de la inversión. Calificar cada inversión pública por su rentabilidad y óptima calidad ha resultado un remedio peor que la enfermedad. Antes había inversiones malas, mediocres y buenas. Ahora, con el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), se busca la perfección, pero hay menos inversión y mayor demora, a pesar de los cambios reglamentarios, pues el problema central radica en el ser humano, que quiere afirmar su poder demorando el trámite. Una nueva ley debe establecer que el análisis de la inversión no supere el plazo máximo de tres meses. Así, el burócrata, si quiere controlar, tendrá que trabajar más y más rápido.

C. Tercerizando el control de la inversión. El SNIP deberá también hacerse a través de universidades o instituciones acreditadas. Por ejemplo, la Universidad Nacional de Ingeniería o el Colegio de Economistas. Para ello proponemos la ley que delega a instituciones evaluadoras ajenas al Estado funciones en el SNIP y en otros asuntos, como la sanidad agropecuaria y el otorgamiento de los brevetes.

D. Finalmente, ya hemos avanzado en el silencio positivo administrativo que el Estado aplicará desde esta semana a más de 500 trámites. Es un paso esencial y permite que, si no se responde a tiempo al ciudadano, este está automáticamente autorizado para abrir su establecimiento o hacer su inversión.

[II] Estimular al empleado público que presta el mejor servicio

El 17 de noviembre del 2006 presentamos un proyecto de ley estableciendo el criterio del mérito y la evaluación para distinguir al trabajador que tiene rendimiento bueno o excelente de aquel que es deficiente. Pero ese proyecto, importantísimo para reformar al Estado, tiene doce meses en el Congreso, sin aprobación. Ahora presentaremos un proyecto complementario que establece el bono o aumento por productividad.

El comunismo soviético se derrumbó porque donde todos son propietarios y ganan lo mismo nadie se esfuerza ni destaca. Un Estado que paga por igual al buen trabajador y al empleado ineficiente, no ofrece ningún estímulo, como sí lo brinda la actividad privada. Sin esta modificación, el Estado seguirá siendo una carga sobre el país y no una institución a su servicio.

[III] Liberar los bienes que el Estado no usa ni trabaja.
El Estado, en sus niveles central, regional o municipal, debe ceder los espacios necesarios para la inversión:

A. Las áreas inmobiliarias agrícolas o terrenos eriazos que no utiliza deben ser ofrecidos a los ciudadanos en pública subasta, para que las edifiquen y les añadan valor. Para esto presentamos la Ley General del Sistema de Bienes Estatales (proyecto 491-2007) que no ha merecido la aprobación del Congreso.

Además, mediante un decreto supremo, se facultará a más de cien beneficencias públicas que administra el Ministerio de la Mujer a vender los activos inmobiliarios que tienen a quienes los ocupan. Hay en todo el Perú aproximadamente 30.000 habitaciones o viviendas humildes que son propiedad de las beneficencias y por las que los inquilinos pagan por años un alquiler irrisorio, sin llegar a ser dueños de nada.

Es un círculo vicioso. Las beneficencias no reciben ingresos y por falta de ellos y pésima administración no han podido reedificar ni mejorar los corralones y quintas. Pero si se vende la vivienda o la habitación a la familia que lo ocupa, esta será propietaria y cuando lo decida, podrá mejorarla o venderla al propietario del cuarto vecino, con lo que se irá consolidando una vivienda mejor y la beneficencia tendrá más recursos para sus fines.

B. Vender las acreencias. Al Estado le deben muchos y por múltiples razones: privatizaciones, quiebras de bancos, deudas a bancos estatales, impuestos, etc. Esta enorme cartera de miles de millones por cobrar tiene gente encargada de su liquidación que gana por procedimientos sin fin y casi nunca llega a cobrar. Es necesario hacer paquetes de esas acreencias y venderlos en subasta pública. Así, otras personas e instituciones se encargarán de cobrar y lo que se gane en la subasta se aplicará a obras de desarrollo. Para ello presentaremos el proyecto necesario.

C. Transar en los juicios de menor cuantía. Por mil temas, el Estado tiene procesos y denuncias que siguen los abogados de los ministerios, regiones y municipios. Son decenas de miles de expedientes que entorpecen al Poder Judicial. Lo inteligente sería distinguir los litigios pequeños de los de gran valor. Por ejemplo, en todos los conflictos de menos de 100.000 soles debe autorizarse la inmediata transacción. Así nos ahorramos pagar gestiones, desbloqueamos el trabajo judicial y logramos una buena transacción, que es siempre mejor que un largo juicio. Presentaremos el proyecto porque hoy, según la ley del perro del hortelano, el Estado tiene la obligación de seguir eternamente los pequeños juicios, para no perder, aunque no gane nada.

[IV] Abrir a la producción y al trabajo las áreas sin uso que tiene el país. Esto exige una gran reflexión de los ciudadanos para dejar atrás los prejuicios ideológicos.

A. En los 8 millones de hectáreas que han sido destruidas debe establecerse ya la propiedad en grandes lotes, para que empresas modernas y fondos de inversión trabajen a largo plazo en madera de alto valor y en bambú, que es un producto extraordinario. Sobre este tema se presentó el proyecto de ley 840-2006, que está detenido, bloqueando la creación de cientos de miles de empleos, mientras los madereros informales y los cultivos ilegales continúan destruyendo la selva. Esto nos es difícil de entender, pero una inversión que requiere diez años de espera y tecnología de alto costo, requiere seguridad y gran dimensión para ser rentable y reconstruir el medio ambiente.

B. En las restingas. Cada año, al reducirse los ríos de la selva, aparecen las playas o restingas, una tierra de nadie pero con humedad y fertilizantes traídos por los ríos desde los Andes. Son aproximadamente dos millones de hectáreas que el Estado debería otorgar por venta o alquiler en lotes de gran dimensión para el cultivo del arroz, que está salinizando las tierras de la costa. Pero nadie va a la selva porque no existe la propiedad o el derecho a cultivar las restingas. Para ello, presentaremos un proyecto de ley.

C. En la sierra, para las tierras comunales sin uso y para recursos como el mármol, presentaremos un proyecto de ley que permita a las comunidades campesinas tomar la decisión para vender, parcelar o alquilar. Ello podrá hacerse con el voto de la mitad más uno de los presentes en la reunión convocada para ese fin. Es absurdo, la Ley 26505 ya permite que en las comunidades de la costa se tomen decisiones con el 50% más uno de los asistentes, pero su artículo 11 exige para las comunidades de la sierra "el voto de no menos de los dos tercios de todos los miembros de la comunidad", muchos de los cuales ya han emigrado.

Esto debe corregirse, pues condena a los comuneros de la sierra al nivel de ciudadanos de segunda clase y sin iniciativa. Y nadie que se diga de izquierda puede sorprenderse porque en los sindicatos se pide que para declarar la huelga en una empresa lo decida la mitad más uno de los asistentes y no la mitad más uno de todo el padrón de obreros. ¿Por qué sí para estos y no para las comunidades campesinas?

D. Movilizando la inversión en los denuncios. Subsiste el problema de una enorme cantidad de terrenos eriazos, playas, caleras, mármoles, etc., solicitados al Estado hace muchos años con el procedimiento del denuncio y en los que nunca se ha puesto un centavo. Eso es injusto. Así como el provinciano invade en los cerros de la ciudad un terrenito de 100 metros para vivir, el otro que tiene más recursos y educación invade con un denuncio miles de hectáreas, pero no les da uso.

Al Perú le conviene que todas esas playas (balnearios), caleras (cementeras), bosques (industria maderera) se pongan en valor mediante la inversión inmediata. Por eso propondremos un proyecto de ley para obligar al denunciante que no trabaja a cumplir con la inversión, a transferir o abandonar el denuncio.

Si en los últimos tres años no se ha invertido, se debe exigir un compromiso de inversión con garantía para los próximos dos años o que se transfiera el denuncio a otra persona que haga la inversión. El principio es que los denuncios los entrega el Estado a quien quiere invertir y no a quien inmoviliza los recursos.

[V] Nuevos procedimientos para fomentar la inversión.
Veamos un caso. El Estado quiere cobrar 30% de impuesto por las ganancias, pero al mismo tiempo tiene que promover el inicio de actividades nuevas y difíciles y en las que no hay ganancia de inmediato. El error sería querer cobrar todo desde el inicio, pues eso mataría la gallina de los huevos de oro en su nacimiento.

A. Nuestro objetivo es orientar la extracción minera hacia la metalurgia, para producir alambrón, tubos, partes y piezas. El país debe ser exportador de artículos procesados que crean más trabajo y valen más. Para ello presentaremos un proyecto para la reinversión en industria procesadora. Si hoy se cobra 30% de impuesto a la minería, sería absurdo decir "aventúrate en la inversión de la metalurgia y te cobraré desde el primer año el mismo 30%". El proyecto establecerá un calendario plurianual de reducción del impuesto a la reinversión en metalurgia con generación de empleos. Por ejemplo, 25%, 23%, 20%, etc., y lo mismo puede hacerse con la joyería en un país de finos orfebres como el Perú.

B. Con el mismo objetivo, debe procederse a una amplia exoneración impositiva para la maricultura y la acuicultura. Invertir en el mar para instalar jaulas y balsas o invertir en lagunas a 4.000 metros de altura para la crianza artificial de truchas y ranas resulta heroico. Es diferente a la seguridad burocrática o a la de una industria sobre la tierra, pero el perro del hortelano pretenderá siempre cobrar mucho a una difícil actividad que aún no ha surgido.

C. En nuestra patria existen proyectos de miles de microrepresas para retener el agua. Algunos cientos puede construirlos el Estado, pero no podrá hacer los miles propuestos porque al mismo tiempo debe hacer carreteras, educar, dar salud y agua potable. Requerimos de una ley que permita la inversión privada en irrigaciones, cuyo costo sea pagado con una parte de las nuevas tierras irrigadas o con la venta del agua.

Pero el perro del hortelano dice: "Es mejor que el agua se vaya al mar y que nadie haga el embalse porque así se privatizaría el agua". Lo que no sabe es que el agua está de hecho privatizada, pues se entregó su gestión a las juntas de usuarios del riego, y como el agua que pertenece a la nación se vende, en muchos casos, a un centavo de sol por metro cúbico, se utiliza mal, se riega hasta 25.000 metros cúbicos anuales por hectárea de arroz y así se destruye la tierra de la costa, salinizándola.

D. Se han construido muchas viviendas con crédito, pero la hipoteca de cada una es distinta a las demás, no está estandarizada con las otras en plazos e interés. Si lo estuviera se podría hacer paquetes de 10.000 o más hipotecas que se vendan a un banco más grande para que se encargue del cobro futuro y el dinero de esta venta se utilice construyendo más viviendas. Ello, además, reduce el interés y aumenta el plazo de pago hasta 30 años, como lo es en Estados Unidos. Para esto se presentó un proyecto que aún no ha sido aprobado y que multiplicaría la construcción desde el año 2008.

Y se ha presentado, además, el proyecto 1715-2007, que agiliza la expropiación de inmuebles para ejecutar obras públicas de infraestructura de gran dimensión, lo que aceleraría las inversiones.

E. Evitar trabas y cobros adicionales a los servicios. Por ejemplo, la inversión en teléfonos no puede ser detenida por la ciencia de un alcalde que cree que la transmisión celular produce cáncer o del que exige pagos adicionales por instalar postes o conexiones domiciliarias de gas que sirven a sus propios ciudadanos. Para ello, hemos presentado el proyecto de ley 1211-2006, que propicia la inversión en servicios públicos e infraestructura.

Frente al aumento del petróleo, nuestro país debe acelerar los trámites y plazos para la gasificación de la industria y del transporte, lo que haremos por decreto supremo. Además, impulsar el uso de las caídas de agua, que son la riqueza más grande que tiene el Perú para abastecerse y para exportar. Por ello hemos presentado el proyecto de ley 1799-07, que promueve la generación eléctrica con recursos renovables y que está aún en las comisiones del Congreso.

Con la gasificación del transporte podremos romper el círculo vicioso en el peaje. Es difícil invertir en grandes obras como la Autopista del Sol Lima-Piura, porque hay un número insuficiente de vehículos particulares. Nuestro promedio de automóviles es menor a los de Chile, Colombia y México. Solo si hay más vehículos habrá pago de peaje y las carreteras podrán hacerse. Para ello debemos reducir los aranceles y el impuesto para los automóviles de 1.500 a 1.800 centímetros cúbicos, siempre y cuando estén convertidos a gas o puedan serlo y, además, utilizar un bono que estimule esa reconversión en los vehículos para taxis.

F. Cambiar la actitud ante la inversión. Si el Estado quiere promover la inversión privada no puede tener como objetivo que el privado gane lo menos posible, exigiendo condiciones con las que finalmente ningún postor se presenta a los concursos. Por evitar que el inversionista gane 5% más, nadie viene. En vez de exigir criterios exagerados, debe dejarse al mercado y a la competencia de los privados la fijación de esas condiciones.

Recuerde el perro del hortelano la enseñanza de Lenin en su texto "Capitalismo de Estado e impuesto en especie": "Deben venir los capitalistas, ganarán mucho, pero nos enseñarán el camino de la técnica y el desarrollo". Fue un cambio de rumbo genial, pero Lenin murió poco después. Hoy, el perro del hortelano se entusiasma a sí mismo gritando "ni un paso atrás" y se olvida del mismo Lenin que aconsejó: "Un paso atrás para dar dos adelante".

[VI] Dar al trabajo un nuevo valor de ahorro.

Hay millones de peruanos que no tienen jubilación ni seguro social ni vacaciones ni jornada de ocho horas. Resulta así que su trabajo no tiene valor futurible. Trabajan en pequeñas y microempresas y los dirigentes sindicales de la gran empresa y del Estado no los defienden sino que se defienden a sí mismos. Es absurdo. Al poner como condición el "todo o nada", exigiendo a la microempresa costos que solo la mediana y gran empresa pueden pagar, lo único que se logra es que esos millones de trabajadores no tengan ningún derecho. Lo inteligente es conciliar el avance de los derechos con la realidad del pequeño empresario, que no es un gran capitalista sino un trabajador que ha creado trabajo.

Por eso, defenderé ante el Congreso el Proyecto de Acceso Progresivo a los Derechos Laborales. Un desempleado o un ambulante quieren trabajar ocho horas con un sueldo mínimo, seguro de salud y derecho a jubilación, pero el dirigente profesional le grita que no debe aceptar. El perro del hortelano dice que no debe haber 'cholo barato' porque prefiere al 'cholo desempleado y en la miseria'. En los próximos días entregaremos la propuesta de la ley de mypes y la propuesta del acceso progresivo a los derechos laborales, para aprovechar bien los tratados de libre comercio y vincular a la pequeña empresa y a los derechos de sus trabajadores con el mercado mundial.

Cambiar muchos otros temas. Por ejemplo, cuando la Sunat pone una multa cobra altos intereses mensuales, pero cuando la misma Sunat tiene que devolver al ciudadano lo que le cobró por error, le entrega el dinero sin intereses. Típica política del perro del hortelano que rectificaremos.

Concluyendo. En todos estos temas debemos trabajar los municipios, las regiones, el Gobierno y el Congreso, sin demoras. Y como la Constitución dice que los proyectos del Ejecutivo se tratan con urgencia, tal vez podríamos acordar un máximo de tres meses para su decisión en el pleno.

Y para trabajar mejor, erradiquemos la mala costumbre por la que todas las instituciones se sienten capaces de tratar sobre todos los temas. La administración, los legisladores, los jueces, el tribunal que deja sin piso a los legisladores y otras instituciones, cada uno reivindicando con afán imperial su autonomía frente al ciudadano y al inversionista, condenados al silencio y la espera.

Estoy seguro de que los lectores agregarán otros temas que pondremos en acción para que el país abandone la política del perro del hortelano y crezca grande, más grande y con justicia social.

martes, 20 de noviembre de 2007

Perro del Hortelano 17 - Ernesto Bustamante

La culpa es del hortelano

Diario El Comercio Martes, 20 de noviembre de 2007
http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2007-11-20/la_culpa_es_del_hortelano.html

Por Ernesto Bustamante. Decano nacional del Colegio de Biólogos del Perú

El presidente de la República ha escrito, en El Comercio, que los recursos naturales del Perú no son aprovechados debida u oportunamente, pues habría organizaciones que, so pretexto de criterios ambientalistas o atribuciones sagradas, impiden que las riquezas vírgenes del país sean puestas en valor en beneficio de su desarrollo económico. El presidente usó la fábula del perro del hortelano como tropo gramatical para validar su opinión, y ello ha despertado un debate nacional.

El presidente dijo que los medioambientalistas son responsables de la oposición al desarrollo. La institución estatal que por ley es entidad rectora ambiental del Perú, el Consejo Nacional del Ambiente (Conam), sería, por alusión, uno de los que impedirían el desarrollo del país.

La máxima autoridad del Conam es su consejo directivo, constituido --entre otros-- por tres delegados del Gobierno, uno por las ONG ambientalistas y otro por la Confiep. La representante de las redes ambientalistas tiene una posición antidesarrollista y antiempresa. Ella admite, con macabro orgullo, haber estado presa y condenada a 20 años al hallársele culpable de ser mando militar del grupo terrorista MRTA. Por presión de ONG internacionales fue luego liberada por supuesta falta de pruebas. Según las actas, su tendencia no está sola en el directorio: un representante del Gobierno tiene una posición antiempresa y antigobierno. Esta es compartida por el representante de la Confiep, quien sorprendentemente ha tenido intervenciones antitecnología.

En octubre, el Conam organizó una mesa redonda para discutir el proyecto de ley de biotecnología moderna, hoy en agenda del Pleno del Congreso. A esta reunión debieron asistir solo personalidades y líderes de opinión. No fue así. Asistieron militantes de ONG ambientalistas radicales que influyen desde hace años en esta institución estatal y, en consecuencia, dictan la política ambiental nacional. Se regocijaron al explicárseles que oponerse a la biotecnología contravenía el futuro TLC con EE.UU. Estuvo invitado un 'experto' sin credenciales académicas, que se presenta, sin serlo, como médico, y que en realidad dirige una asociación de consumidores de coca. Esta reunión fue una farsa para justificar el sentido que el Conam se oponga a los transgénicos y la biotecnología moderna.

En octubre, el Conam organizó una reunión para concordar una posición peruana sobre bioseguridad. El Instituto Nacional de Investigación Agraria (INIA) llevó una posición oficial, en la que calificó de 'espirituales' a temas que debieran ser estrictamente técnicos. Su informe fue hecho con asesoría de una abogada extranjera miembro de una ONG ambientalista.

La explotación sensata de los recursos naturales es crítica y muchos profesionales tienen respetables posiciones de necesario cuidado del medio ambiente en nuestro país megabiodiverso. Esos son los verdaderos peruanos ambientalistas. Es fundamental que exista autoridad ambiental en el Perú. Debe ser fuerte, proactiva y sus opiniones deben ser decisivas en la política del Ejecutivo. Pero no generalicemos culpando despectivamente a ambientalistas decentes como responsables de trabas al desarrollo, cuando el problema nace de representantes del propio Estado.

El ente rector del ambiente no puede ser refugio de terroristas, cocaleros o enemigos ideológicos del Perú y su desarrollo empresarial. Quienes lo dirigen deben tener capacidad técnica de gestión y jugar con la camiseta del Perú. Es el hortelano el que escoge sus perros. Y ello depende de las instituciones representativas de la sociedad y del autor del artículo materia del debate.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Perro del Hortelano 16 - Rafael Belaúnde

El Perro del hortelano

Diario Correo Lunes, 19 de noviembre de 2007
http://www.correoperu.com.pe/paginas_columna.php?columna_autor=Rafael%20Belaunde&seccion_nota=8

Por Rafael Belaúnde.

El Perú comenzó su liberalización económica en 1980 de manera gradual y modesta porque se emprendió contra viento y marea. La oposición fue tal, que vastos sectores acogieron entusiastas la involución del primer gobierno aprista hacia el controlismo estatizante. Para fines de la década, cuando las aberraciones del intervencionismo económico eran ya inocultables y la inflación nos había empobrecido dramáticamente, surgió la prédica de cambio liberal de Vargas Llosa. Para entonces, la población había adquirido conciencia de la conveniencia de ese cambio.

No había padecido en vano las nefastas consecuencias del modelo engendrado por la “Revolución Peruana” a partir de octubre de 1968.
Desde 1990 el Perú viene avanzando en el campo de las reformas económicas como si éstas fueran las únicas requeridas, desdeñándose las reformas institucionales y organizativas del Estado. Como si las instituciones fueran eficientes y la organización fuese adecuada.
En su muy comentado artículo de hace unos días, ¿a quién le enrostra el Dr. García la actitud obstruccionista que empantana todo intento de cambio y progreso?

El perro del hortelano está en la inercia municipal que concede licencias comerciales sólo a cuentagotas y luego de trámites agobiantes, onerosos y absurdos. Son perros del hortelano los funcionarios públicos que dicen respaldar los intentos de apertura de nuevas minas, pero sólo de la boca para afuera. Jugando en pared multiministerial innumerables burócratas hacen de perro del hortelano obstruyendo los afanes de aprovechamiento hidroeléctrico del sector privado.

Las autoridades que se resisten a entregar en concesión puertos obsoletos son perros del hortelano. Es perro del hortelano el SUTEP que antepone intereses subalternos al progreso intelectual de la juventud y la niñez, algunas ONG que se oponen al progreso por razones ideológicas y los mercantilistas que insisten en la corruptela de la “protección arancelaria”. Debido al perro del hortelano millones de peruanos se han visto forzados a optar por la informalidad o a emigrar.
A pesar del perro del hortelano, nuestro país viene creciendo sostenidamente hace buen número de años. El grueso del sector privado, pues, está cumpliendo.

A pesar del Estado y de otras organizaciones arcaicas como las aludidas. Mientras tanto, el Presidente se lamenta. ¿Sabe que la infraestructura pública está fosilizada? ¿Cree que en estas condiciones puede mantenerse el ritmo actual de crecimiento? ¿Supone que seremos más competitivos con una administración pública cuyo norte es obstaculizarlo todo?

Si como es obvio el perro del hortelano es, en gran medida, el Estado con sus mafias entorpecedoras y sus procedimientos kafkianos, ¿Quién está obligado a tomar cartas en el asunto?
Sugiero al Sr. Presidente pasar del lamento inerte a la acción creadora: Reformar el Estado para ponerlo al servicio de la gente.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Perro del Hortelano 15 - José Oscátequi

A otro perro con ese hueso

Diario La República , Domingo 18 de noviembre 2007

http://www.larepublica.com.pe/content/blogcategory/144/645/

José Oscátequi, Profesor de la PUCP


Lo que sigue es un análisis del artículo de Alan García "El síndrome del perro del hortelano". El artículo sostiene que siendo el Perú rico resulta siendo pobre porque sus riquezas no pueden ser explotadas. ¿Qué impide que lo sean? La presencia de los "perros del hortelano" quienes serían la causa de la pobreza en el Perú. ¿Se encontrarán ellos entre los grandes empresarios que se llevaron y se llevan sus capitales al exterior? No. ¿Tal vez entre los grandes políticos que se vendieron a los grandes empresarios? No. ¿Entre los políticos que se enriquecieron con la actividad política? No. ¿Entre los banqueros que se reunieron y financiaron la corrupción? No.

Según García, se encuentran entre las comunidades campesinas "artificiales", entre los que piden que se proteja el medio ambiente, entre los que piden que se respete el derecho de propiedad de las comunidades campesinas, entre los pescadores artesanales. Para identificarlos mejor él dice: "el viejo comunista anticapitalista del siglo XIX se disfrazó de proteccionista en el siglo XX y cambia otra vez de camiseta en el siglo XXI para ser medioambientalista. Pero siempre anticapitalista, contra la inversión, sin explicar cómo, con una agricultura pobre, se podría dar un salto a un mayor desarrollo".

¿Cuánto se empobreció el país debido a su gobierno? Si el Perú entre 1985-1990 hubiera crecido a la tasa promedio a la que creció entre 1950-1985, y si desde 1990-2006 hubiera crecido a la misma tasa promedio a la que realmente creció, ¡¡hoy el ingreso per cápita sería un 35% superior!! Es decir, creciendo a la tasa promedio de 1.47% que el país tuvo entre 1950-1985 hemos retrocedido 20 años, y creciendo a la tasa promedio que tuvimos entre 1990-2006, hemos retrocedido 10 años.

http://www.larepublica.com.pe/images/stories/2007/noviembre/18A/IFRE18110717GR.jpg

Desde 1950 la economía empieza un crecimiento sostenido que no se detiene en 1968, sino recién en 1974. Desde entonces y hasta 1993 cae el ingreso per cápita de los peruanos. La caída mayor fue entre 1985-1990 cuando Alan García era presidente. Bajo su mandato los peruanos volvieron a ser tan pobres como en 1960. ¿Qué "perros del hortelano" estaban en el gobierno?

Este es, sin duda alguna, un enorme esfuerzo por reescribir la historia. Los que nunca estuvieron en el poder resultan siendo los causantes del desastre que tuvieron que soportar. Veamos algunas cifras.

El Presidente, en un próximo artículo, debe identificar a los "perros del hortelano" que generaron la hiperinflación, el caos y el empobrecimiento generalizado durante 1985-1990.

Otro tema es el de la inversión y la "puesta en valor" de las riquezas del país. El principal problema que evita que estos recursos sean explotados no está en los "perros" sino en la carencia de infraestructura y educación, y en la insignificancia del Estado. García casi liquidó al Estado, en 1990 este recaudaba sólo un 4% del PBI. Las fuerzas liberales antiestatistas que se desarrollaron en el país a raíz del desastre dejado por García, consiguieron mantener la debilidad del Estado y la convirtieron en artículo de la Constitución de la República.

En los lugares donde la riqueza está ausente tampoco está el Estado, y no hay condiciones para que la inversión, sea de la empresa transnacional o de la empresa privada o pública nacional o el trabajo de los comuneros, pueda dar frutos. La inversión necesita de infraestructura, agua, carreteras, educación, hecha por el Estado o por la inversión privada regulada por este.

¿Si el país tiene 2,500 km de costa, por qué el maricultivador quiere usar el espacio que usan los pescadores artesanales? Porque, al igual que ellos, él quiere invertir donde ya se construyó la infraestructura adecuada. ¿Dónde está el Estado? ¿Por qué recibe óbolos en vez de cobrar impuestos? ¿Cuál es la entidad planificadora del Estado que señale el sitio y el tipo de inversión necesaria? El mercado no lo hizo y no lo hará. Pero, cuando se cobre impuestos y regalías y con ellos se haga otros Majes, Chavimochics y Gallitos Ciegos, entonces, la propiedad ya no será "ociosa" y los campesinos dejarán de ser pobres. La costa es sede de agricultura moderna porque tiene infraestructura y no porque pertenezca a alguna transnacional.

El fracaso de Sierra Exportadora debería convencer al Presidente de que no es posible la producción agrícola para la exportación si no se tiene, por lo menos, irrigación con agua no contaminada asegurada. Si esta existiera, las "comunidades artificiales" cultivarían la tierra y serían prósperas.

¿La minería resolverá nuestros problemas? La gran minería genera muy poco empleo. La Southern ha invertido US$ 2,000 millones y contrata sólo algo más de 1900 trabajadores. Además, compra sus camiones, maquinaria y equipos en el extranjero, y remesa al exterior sus utilidades. Las mineras en el Perú entregan óbolos. El precio del cobre ha subido de US$ 0.60 la libra a US$ 3.60 pero la empresa no paga más regalías. Nadie se opone a la inversión en minería pero ella no resolverá nuestros problemas.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Perro del Hortelano 14 - Hernán Chaparro

Cómo generar confianza

Diario El Comercio Viernes, 16 de noviembre de 2007

http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2007-11-16/como_generar_confianza.html

Por Hernán Chaparro. Psicólogo social

En el artículo periodístico del presidente García "El síndrome del perro del hortelano", hay un par de aspectos, uno de forma y otro de fondo, que se deben destacar.

Con relación a la forma, es una novedad tener al presidente escribiendo en un diario para dar su opinión sobre un tema en particular. Alan García es autor de más de un libro, donde expone sus puntos vista sobre el desarrollo del país. Además, en diversas apariciones en medios electrónicos, como la televisión y la radio, ha realizado comentarios o ha expuesto ideas al paso.

Con esta nueva forma de proponer y, esperemos, de participar en el debate, se ubica en un plano más horizontal, donde se presentan ideas y donde debería escuchar las opiniones y juicios que otros articulistas vienen desarrollando al respecto.

Algunos artículos que han comentado las propuestas del presidente apuntan a reflexionar a favor o en contra, con diversos argumentos. Sin embargo, hay otros donde, igualmente en un sentido u otro, no hacen más que repetir lugares comunes para no pensar y solo reforzar sus estereotipos. Para bien, son más los que han comentado, opinado y aportado sobre este tema, así que esperamos que el presidente escuche y responda.

Un asunto, que es una mezcla de fondo y forma, tiene que ver con el hecho de calificar de "perro del hortelano" a todos aquellos que cuestionan o se oponen a la inversión privada en la explotación de recursos naturales. ¿Permite un calificativo como ese diferenciar entre quienes se oponen radicalmente a la inversión privada en estas áreas y los que apuestan a una inversión privada responsable o sostenible?

Un tema de fondo que se obvia es la mala relación que ha existido entre la empresa privada y una serie de sectores de la población. Es cierto que hoy hay mayor conciencia sobre la responsabilidad social de las empresas y la preocupación por el desarrollo de todos es cada vez más generalizada. Pero se tiene que reconocer también que este es un proceso reciente y no está exento de contradicciones.

En el mismo artículo, el presidente señala: "Los problemas ambientales de hoy son básicamente por las minas de ayer". Se afirma, acto seguido, que en la actualidad eso ya no ocurre y que, en todo caso, dependerá del rol que el Estado asuma. El problema es que justamente la credibilidad y reputación que tiene la empresa privada y el Estado en los segmentos populares de la población es sumamente baja.

En el mundo de los estereotipos y prejuicios, que será subjetivo pero tan real como los árboles, peces o minerales que se desean explotar, la empresa privada grande está asociada al mundo étnicamente blanco y de origen extranjero. Cual gato escaldado, diversos pobladores temen la cercanía de las grandes empresas porque en su momento han vivido directa o indirectamente el abuso, la exclusión o la indiferencia. Hay mucho de recelo y prejuicio étnico, de uno y otro lado, cuando se habla de la explotación de los recursos naturales.

Si asumiéramos que, efectivamente, hay que poner en valor tanto recurso natural y humano no utilizado, qué hacer con todos los que desconfían. ¿Desaparecerlos? ¿Imponerse sin escucharlos, porque poco o nada tienen que aportar? La empresa privada tiene que acercarse y ganarse el respeto y colaboración de la población. Eso supone nuevos enfoques, nuevas estrategias, cambiar chips mentales y paciencia.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Perro del Hortelano 13 - Álvaro Rojas

Conociendo (más) al presidente García

Diario El Comercio Jueves, 15 de noviembre de 2007

http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2007-11-15/conociendo_mas_al_presidente.html

Por: Álvaro Rojas Samanez. Politólogo |

Nadie puede negar, obrando con realismo, que uno de los ejes de la política nacional está constituido por las acciones, decisiones (e indecisiones), silencios y opiniones, del presidente de la República. Por el alto cargo, por su protagonismo, por su permanente --a veces inevitable-- presencia en los hechos centrales, por los ataques que recibe, las críticas a su gestión, por la defensa de sus actos.

Alan García es, en este momento, el personaje central. Él, además de saberlo, procura recordárnoslo, con la mayor frecuencia posible. Sea desde Palacio, condecorando a un afamado tenor o a un humilde vendedor de dulces limeños o desde algún lugar populoso anunciando programas sociales, promoviendo la inversión. Sin previo anuncio, aparece por cadena nacional y desde la TV critica las protestas de gremios en conflicto, cualquiera que este sea: mineros, médicos estatales, profesores universitarios.

Ya no solamente habla con la prensa, en algún acto público, ni dirige discursos sesudos aprovechando una ceremonia inaugural o un evento oficial. Su indudable capacidad para crear escenarios y establecer puntos de referencia, que generan acciones (y reacciones) en sus adversarios, lo lleva a la incursión exitosa en las páginas editoriales. (Su aparición aquí determinó toda clase de respuestas, varios debates televisivos y numerosos alegatos que, hasta su mención al perro del hortelano, parecía reservado a provocativos artículos de Vargas Llosa o candidaturas atemorizantes de militares nacionalistas).

El doctor García se mueve como pez en el agua por la turbulenta política nacional. Le bastan pocas cosas: el piloto automático de la economía, la continuación de propuestas de gran potencial futuro (cambio de la matriz energética, incrementar la exploración petrolera y el desarrollo de pozos en la zona gasífera del sureste, así como el avance de las carreteras troncales que unirán los dos océanos), la consolidación de la propuesta por la apertura comercial (garantizada con los TLC y las negociaciones con varios países) y mantener una razonable distancia con los temas regionales.

De todo lo demás --política interna, gestión ministerial, conducta parlamentaria, reclamos regionales, reconstrucción de la zona afectada, programas de vivienda, discusión presupuestal, aprobación de dispositivos legales necesarios-- se encarga el equipo que encabeza Jorge del Castillo, con el soporte de algunos alfiles apristas (Mulder, Gonzales Posada, Velásquez Quesquén, etc). Logra distanciarse de la gestión de sus ministros y se muestra, más de una vez, como el principal crítico de la gestión de ellos, aunque a veces una encuesta le dé un golpe duro y lo muestre como los vagones cuando bajan de la montaña rusa.

El presidente García ha empezado a mostrar un estilo que nadie imaginaba: evitar que otros le 'hagan' la agenda. Incluso soporta a pie firme las provocaciones en algunos periodistas y las emboscadas de ciertos francotiradores. Esa táctica da resultados. Incluso, tiene seguidores: el alcalde Luis Castañeda, el polémico Álex Kouri, la ausente Lourdes Flores, la cauta y medida Mercedes Cabanillas. Basta ver, solamente, sus cifras de reconocimiento y aceptación ciudadana.

En un país sin organizaciones partidarias sólidas y duraderas, pero con una población altamente politizada, el actual perfil del doctor García parece ser un buen camino para lograr el afianzamiento de los políticos y evitar la precariedad y el desprestigio de los años recientes.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Perro del Hortelano 12 - Raúl Diez Canseco

El salto a la competitividad

Diario El Comercio Miércoles, 14 de noviembre de 2007

http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2007-11-14/el_salto_a_la_competitividad.html

Por Raúl Diez Canseco T. Ex vicepresidente de la República

¿Por qué el Perú es visto en el exterior con buenos ojos por inversionistas y demás operadores del mundo económico, financiero, comercial, como político y diplomático? La respuesta es sencilla: porque estamos haciendo las cosas bien, porque somos un país con posibilidades de desarrollo casi inimaginables, por la enorme potencialidad de sus recursos naturales y, sobre todo, porque nuestros principales actores políticos le han dicho adiós al síndrome Penélope, aquel que grafica cuando un presidente asume el poder y desteje todo lo bueno que deja su antecesor. Ahora, el marco institucional que contribuye a crear reglas de juego claras y estables, tan importantes para la inversión a largo plazo y la formación de empresas competitivas, permanece a buen recaudo por convicción del presidente García.

Las cifras de la bonanza los peruanos lo saben. El primer mandatario las sintetizó recientemente cuando dijo que el Perú se acerca a producir 104 mil millones de dólares en producto bruto y que llegaríamos a más de 140 mil millones al término de su mandato (2011). Lo que significa que si se mantienen las condiciones macroeconómicas actuales --crecimiento a un ritmo de 6 a 7%-- será posible reducir en los próximos años el nivel de pobreza de 51% a 40%. La pobreza extrema podría reducirse en cinco puntos porcentuales y bajar de 20% a 15%, de acuerdo al Banco Mundial.

Así, pues, son momentos estelares que vive el Perú, lo que debemos preservarlos. Aquí se hace necesario reconocer a los gestores de esta bonanza. Hay que decirlo porque, a veces, nos cuesta reconocer los méritos ajenos. El primero que miró hacia el cambio y la transformación productiva fue el visionario presidente Fernando Belaunde. ¿Cuánta de la infraestructura existente --vial, portuaria, aeroportuaria, fluvial, energética--, corresponde a sus dos gobiernos? ¿Cuánta de infraestructura logística para el comercio exterior constituye su legado? Tal vez en un 60%. Luego, Mario Vargas Llosa, quien remeció a los peruanos en 1990 con su mensaje de cambio y apuesta por una economía abierta. Después, Alejandro Toledo, quien, contra viento y marea sostuvo la disciplina fiscal y una política monetaria ordenada. Alcanzó un logro sin precedentes en la historia del Perú: mantener durante cinco años un promedio anual de crecimiento económico del 5%. Finalmente, el presidente García, quien ha sabido continuar las políticas económicas de su predecesor.

Creo, pues, que los peruanos ya hemos dado el gran salto hacia el futuro diferente. Apostemos ahora por el siguiente paso, impulsando la revolución productiva para no depender exclusivamente de las materias primas.

En "La ventaja competitiva de las naciones", Michael Porter precisó que los que compiten son las empresas, no los países; y que el desarrollo empresarial no surge en forma independiente sino que obedece a un entorno nacional que apoya y cultiva la competitividad. Los especialistas señalan que el Perú podría crecer en 8% a 9% si es que da un salto cuántico en competitividad. ¿Qué estamos haciendo para ello? Este es un tema vital en nuestra agenda pendiente.

Si logramos que el éxito económico se traduzca en bienestar para nuestra gente, habremos de mirar el futuro con optimismo desbordante. Bien por todos. "Nunca ha habido una oportunidad mejor para construir un Perú diferente", ha reiterado el economista del Banco Mundial, Marcelo Giugale, amplio conocedor de nuestra realidad. Nunca. No la desaprovechemos.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Perro del Hortelano 11 - Pablo Bustamante Pardo

¿Nos quedaremos sin riqueza nueva?

Diario El Comercio Jueves, 8 de noviembre de 2007

http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2007-11-08/nos_quedaremos_sin_riqueza_nu.html

Por: Pablo Bustamante Pardo. Empresario |

El presidente García escribió sobre el 'Síndrome del perro del hortelano' para explicar cómo desperdiciamos nuestras capacidades de inversión en la explotación de los recursos naturales.

Me parece que el tema no puede estar mejor planteado. Es verdad que en el Perú se está haciendo todo lo posible por evitar la inversión minera y petrolera, se dificulta el desarrollo de los negocios forestales, y como dice el presidente hasta la acuicultura. Pero esto no es de ahora, hace casi cinco décadas que en el Perú optamos políticamente por cerrarnos al comercio internacional, a la inversión extranjera, a la explotación de nuestros ingentes y variados recursos naturales y, en general, a la economía de mercado.

Esencialmente, siempre hemos sido una economía cerrada. Hasta hace cincuenta años, la geografía global nos tenía en el confín del planeta, ante el abismo del Océano Pacifico. Cuando luego la tecnología rompió las barreras geográficas con el canal de Panamá, los trasatlánticos y la aviación comercial, optamos por cerrarnos políticamente y destruimos nuestras posibilidades de desarrollo al son del empobrecedor bailongo latinoamericano, que nos llevó a la sustitución de importaciones, a la reforma agraria, a la decisión 24 de la CAN, a reservar para el Estado los grandes proyectos mineros, la pesquería y los servicios públicos.

Los resultados fueron calamitosos. Sin el aliento a la inversión privada y la inversión productiva en nuestros recursos naturales, en las infraestructuras internas y en los servicios públicos, nos empobrecimos dramáticamente, condenamos a la sierra a la exclusión económica y social, y sembramos en nuestra población las mazamorras del resentimiento, la frustración y la pérdida de confianza en nuestro futuro como nación. Para demostrar el desastre basta notar que entre 1960 y el 2004, en 45 años, el crecimiento promedio del PBI per cápita en el Perú fue de solo 0,7%, mientras en los demás países latinoamericanos fue de 1,4%, y en los países emergentes fue de 2,7%, un verdadero papelón. Ver el magnífico libro "Perú. La oportunidad de un país diferente. Próspero, equitativo y gobernable" (Giugale et al, Banco Mundial, 2006. Capítulo 1 -La Importancia del Crecimiento para una Sociedad Próspera, Fretes-Cibils et al).

Los resultados de nuestros errores de política fueron tan dramáticos que nos ha tomado los últimos quince años el recuperarnos. Recién el año pasado recuperamos el PBI per cápita real del año 1975. Recién este año estamos creando riqueza nueva. Por favor, meditemos sobre lo que todo esto implica.

Evidentemente no podemos dejar que nadie nos empuje a cometer los mismos errores del pasado, pero hasta ahora hemos dejado prosperar el verbo y la acción de muy pocos, que no quieren aprender, o que tienen una agenda diferente, que no puede ser la de la prosperidad y el bien común, si lo que plantean es: no a la globalización, no al TLC, no a la minería. Todos sabemos quiénes son, andan juntos y cuando se les acaban los argumentos siempre dicen: "No estamos en contra, pero así no". Qué raro, no se quejan de la contaminación que esparcen los productores de cocaína, o de la de los mineros informales, o la de los alcaldes que siguen echando los desagües a los ríos con tal de evitar la inversión privada en los servicios de saneamiento; jamás han encontrado una mina que haga las cosas bien, y acá están las mejores empresas del planeta, qué raro. ¿Entonces cuál es su agenda? Obviamente es una agenda política e ideológica, que les es propicia económicamente, que les asegura un espacio de poder y de influencia en los medios y entre los incautos.

No nos dejemos engañar. En el Perú se está dando una batalla desigual, a un lado están los antis, anti-TLC, antiglobalización, antiminería, antipropiedad de los bosques, antiinversión privada, y al otro no hay nadie; gracias a Dios el presidente García está ahora ejerciendo su liderazgo para propiciar una batalla de ideas, batalla a la que no podemos quitarle el cuerpo.

Afortunadamente nuestra gente, nuestro pueblo, está en otra, ellos ya saben que su futuro depende de su propio esfuerzo, en el extremo, están dispuestos al máximo sacrificio, abandonar su patria, su terruño y su familia, para ir en pos de un lugar donde se aprecie su entrega, siempre en economías de mercado, donde ya no se discuten las cosas que todavía discutimos acá.

El Perú es infinito en recursos y nuestra gente es creativa, esforzada y de fe, acerquémonos a ellos con nuestras ideas, las ideas de la construcción de un país exitoso, y tornemos su fe en una renovada confianza en las maravillosas oportunidades de desarrollo de nuestro país.

martes, 6 de noviembre de 2007

Perro del Hortelano 10 - Luis Solari

¿De hortelanos a falderos?

No empujemos a algunos peruanos a buscar apoyo entre quienes les ofrezcan violencia y antidemocracia

Diario El Comercio Martes, 6 de noviembre de 2007

http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2007-11-06/de_hortelanos_a_falderos.html

Por: Luis Solari de la Fuente. Ex primer ministro |

El artículo de nuestro presidente, "El síndrome del perro del hortelano", abarca seis aspectos de nuestra realidad, pero señalando a grupos de peruanos como entorpecedores del desarrollo de cada sector.

En realidad, es inaplicable a esos grupos el término perro del hortelano, pues ese apelativo se da a quienes teniendo capacidad para ejecutar, ni hacen ni dejan hacer. Dichos grupos son esencialmente pequeños productores rurales o artesanales, sin capacidad para 'hacer', y que interpretan como amenaza toda llegada de extraños a los territorios donde viven y producen. Hablamos de peruanos olvidados por décadas y cuyo modo relacional es la desconfianza, como revela el libro "Perú: Voces de los pobres" (Defid y Banco Mundial).

Este es el Perú que recibió el presidente al ser reelecto 20 años después. Su visión diagnóstica es importante, pues nos permite conocer cómo interpreta la realidad, así como también contribuir con ideas.

Cuatro áreas se resolverían con las normas existentes --aún no aplicadas-- para impulsar asociatividad intensiva de pequeños productores, por tanto de formalización. El editorial de El Comercio puso ejemplos de asociatividad forestal y cafetalera, además de los conocidos exitosos consorcios de algodón, cacao, mango y cítricos, entre otros. Estos surgieron gracias a la creatividad y al emprendedurismo de peruanos olvidados, a los que se sumó la asistencia técnica, el aprendizaje, la inteligencia de mercados, en suma el "subsidium" (ayuda, en latín), demostrando que nuestro camino --como indica claramente Onudi-- es la asociatividad intensiva de ese magnífico potencial, el 98,5% de nuestras empresas, los pequeños productores. No los miremos como a enemigos, 77% de ellos son rurales y sus familias han vivido olvidadas.

Ante la proximidad de los TLC, ya es hora de que el Congreso apruebe la ley que traslada las mypes al Ministerio de la Producción, observada en agosto del 2006, indispensable para incorporarlas asociadamente en la oferta exportadora.

Las operaciones de manipulación política en las áreas rurales cuestan dinero. ¿Del narcotráfico, del chavismo, de otros? ¿Los servicios de inteligencia llevan al presidente la información necesaria para que tome decisiones y se termine el financiamiento de la manipulación? ¿Por qué se decomisan cantidades ínfimas de insumos químicos para narcotráfico? Si de 'perreo' hablamos ¿por qué en estos casos no se aplica "muerto el perro muerta la rabia"?

¿Dónde están los especialistas en negociación gubernamental para conducir el diálogo social indispensable para abrazar a esos peruanos olvidados y desconfiados? ¿Quién ordenó la desactivación de la unidad de atención y solución de conflictos del Ministerio de Energía y Minas? No fue el ministro. ¿Le han dicho al presidente que dos países ofrecieron instalar los escáneres de rayos X en las carreteras y puertos, sin costo y en concesión, en vez de gastar en esa ridícula compra de un equipo que operaría recién en el 2009? ¿No son acaso el vaivén político y la corrupción los causantes de nuestra caída en el ránking mundial de competitividad?

Actuemos contra nuestros verdaderos obstáculos y no empujemos a esos peruanos a buscar apoyo entre quienes les ofrezcan violencia y antidemocracia.

Probablemente es tiempo de que nuestro presidente convoque a peruanos sin interés personal ni grupal, que le digan la verdad y no jueguen al traje del emperador, que puedan contribuir a construir caminos de desarrollo con todos y para todos, que consideren que la inclusión es más que un membrete preelectoral, que ayuden a que las diferencias no sean administradas confrontativamente sino unitivamente, que vean a nuestra gente no como obstáculo sino como oportunidad.

Confiemos en que el Gobierno no se deje encandilar por los perritos circenses, esos que para llamar la atención dan volatines en el aire a ver si caen sobre un fajín, o esos otros de corte faldero que con el 'chí, cheñó' sustituyen la verdad por un chaleco flotador.

Sería importante, luego del artículo sobre diagnóstico, que el país reciba la segunda entrega: las soluciones.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Perro del Hortelano 9 - Jaime Cáceres

Cómo pasar a la práctica

Diario El Comercio Lunes, 5 de noviembre de 2007

http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2007-11-05/como_pasar_a_la_practica.html

Por: Jaime Cáceres Sayán, presidente de la Confiep |

El presidente Alan García, en un extenso artículo publicado en este Diario, habla del síndrome del perro del hortelano refiriéndose a esa peligrosa tendencia que lideran algunos sectores para que no se exploten las cuantiosas riquezas de nuestro país. Me parece extraordinario que hoy el presidente tenga tan claro el diagnóstico de cuál ha sido el principal obstáculo para que nuestro país no haya alcanzado niveles de desarrollo superiores, y que haya perdido años de ventaja con respecto a países vecinos.

Porque esta actitud, hoy disfrazada, es la misma discusión ideológica de hace décadas sobre cuál debe ser el modelo de desarrollo del país. Los que antes pregonaban la intervención protagónica del Estado en la actividad económica, con la castración de cualquier iniciativa privada al amparo de una pseudo distribución equitativa de la riqueza, hoy se vuelven a oponer a la iniciativa privada con el disfraz de temas ambientales.

Lo que antes fue la oposición al desarrollo basado en la iniciativa privada al amparo de una mal entendida justicia social, lo es hoy al amparo de una supuesta preocupación del medio ambiente. Es claro que los enemigos del desarrollo han cambiado la justificación o el argumento, pero es también claro que el objetivo es el mismo: que el Perú siga siendo un país pobre y que esta pobreza sea el caldo de cultivo ideal para ideologías prácticamente desterradas del mundo.

Si bien es cierto que el diagnóstico del presidente es claro y compartido, estoy seguro, por la mayor parte de peruanos, que no debe quedarse solo en la etapa del diagnóstico. Quienes interactuamos permanentemente con las distintas esferas del Estado percibimos que hay una desconexión entre lo que el presidente García piensa y dice, y lo que en la práctica ejecutan algunos funcionarios del Estado en estos temas.

La actividad minera, la forestal, la de telecomunicaciones, la pesquera, por citar solo algunas, son permanentes víctimas no solo de las ONG, que hoy son lo que los partidos de izquierda de antaño, sino de funcionarios obstruccionistas que no parecen comulgar en la práctica con la posición presidencial y las necesidades del país.

Si la visión está tan clara, debe pasarse inmediatamente a la práctica. Nuestro país está, probablemente, en su mejor momento económico y con una perspectiva de crecimiento expectante. La responsabilidad de nuestros gobernantes es actuar con visión de futuro, a pesar de que pudieran existir algunas pocas voces a las que les interesa que sigamos siendo un país pobre.

En muchas cosas nuestro país está dando muestras de madurez. Recordemos que cuando se comenzó a negociar el TLC con Estados Unidos había una fuerte opinión en contra por parte de estas mismas ONG, que azuzaban a la gente y hacían marchas contra el TLC.

Hoy las encuestas lo corroboran, la opinión a favor del TLC es mayoritaria y todos ansiamos que entre en vigencia, porque tenemos claro que traerá desarrollo y prosperidad. En este tema hubo continuidad en una política de Estado que trascendió dos gobiernos. Seamos igual de decididos en los temas que ha identificado el presidente García. Que no se queden estos en enunciados.

domingo, 4 de noviembre de 2007

Perro del Hortelano 8 - Editorial El Comercio

¿Cómo superar "el síndrome del perro del hortelano"?

EDITORIAL

Diario El Comercio Domingo, 4 de noviembre de 2007

http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2007-11-04/como_superar_el_sindrome_del.html

No más mendigos sentados en bancos de oro ni perros del hortelano. Los recursos debe ser utilizados racionalmente en beneficio de todos

Hace una semana publicamos en esta misma página un artículo enviado por el presidente Alan García, tan inusual como polémico e importante para el devenir del Gobierno y del país. En torno al mismo se ha armado un arduo y productivo debate, que debiera continuar hasta recalar en la revisión y discusión de consensos nacionales y de políticas de Estado orientadas a promover el salto cualitativo hacia el desarrollo de las áreas más deprimidas del país.

En lo formal e ideológico, resulta gratificante asistir a lo que podríamos llamar una maduración doctrinal del pensamiento político del doctor García, matizado ahora de pragmático estadismo y acompañado de la correspondiente valentía para sustentar puntos de vista no siempre populares. Ya en la campaña electoral, tuvo que reconocer los graves errores de gestión de su primer gobierno, debidos tanto al ímpetu juvenil pero también a la adherencia a una línea partidaria ideológica trasnochada, en la que el Estado tenía un rol preeminente, con todos los perjuicios que ello trajo.

Ahora, dos décadas después, la realidad es distinta. Caído el Muro de Berlín y cuando las fronteras ceden al dinamismo de la globalización, de la iniciativa privada y del libre comercio, hay cada vez menos lugar para los corsés y rigideces ideológicos de uno u otro lado.

Como bien lo ha dicho acá el ex presidente del Gobierno Español Felipe González hoy las políticas de gobierno en América Latina deben estar sustentadas en el crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la generación de empleo, y no en priorizar las ideologías. Y es que, según su experiencia, algunos gobiernos de izquierda --a la que él pertenece-- rechazan iniciativas que podrían beneficiar a millones de personas, como dar en concesión los servicios de agua potable, por priorizar su armazón ideológica antiempresa privada. Mientras tanto, los pobres continúan sufriendo la falta del vital servicio.

¿La carreta delante de los caballos? ¿La defensa a ultranza de consignas y escudos ideológicos antes que del genuino interés de los gobernados? Si no es de esta manera --y así lo sustenta García--resulta imperativo hacer un exhaustivo análisis para determinar las fuentes de las cuales beben los grupos que, arrogándose la representación de los pobres y la defensa a ultranza del medio ambiente, se oponen a la explotación racional de los recursos naturales que puedan crear riqueza y desarrollo justamente en beneficio de esos pobres.

Tal es el telón de fondo del artículo del presidente que compara la situación del floreciente Ilo, "producto de la minería y de la pesquería", con la de Ayabaca (Piura), que tiene más recursos mineros que Cuajone en el sur, pero que vive la mayor pobreza. "Y es que allí --dice-- el viejo comunista anticapitalista del siglo XIX se disfrazó de proteccionista en el siglo XX y cambia otra vez de camiseta en el siglo XXI para ser medioambientalista. Pero siempre anticapitalista, contra la inversión, sin explicar cómo, con una agricultura pobre, se podría dar un salto a un mayor desarrollo".

Es lo que ha llamado el síndrome del perro del hortelano, que no come ni deja comer, que dice: "Si no lo hago yo, que no lo haga nadie".

Lo mismo pasa, siguiendo el hilo conductor de García, con los ingentes recursos forestales, marinos e hidrográficos del Perú, tan potencialmente ricos pero inertes ante la arremetida opositora de grupos de interés de una u otra raigambre. Claro que ha habido proyectos fallidos y mal planeados y ejecutados, pero hoy, como lo recuerda el jefe del Estado, existe la tecnología suficiente para explotar recursos sin dañar el ecosistema.

Es dentro de este marco --dice García-- que deberá otorgarse concesiones forestales de largo plazo y a "grandes empresas", vender en grandes lotes las tierras donde viven las comunidades campesinas pero dialogando con ellas. También podrá convencérseles de que se reconviertan a la modernidad, como ha señalado con válidos ejemplos el ecólogo Antonio Brack en reciente artículo. Para ello, pensamos, las comunidades deberán conseguir los capitales necesarios, ya sea mediante préstamos o asociaciones, pero no esperando que se los proporcione el Estado. Deberán también modernizar su estructura asociativa, pues la actual es un freno ante la necesaria agilidad empresarial y financiera.

Retomando el hilo de García, se deberá otorgar lotes de mar a inversionistas para que desarrollen la maricultura y haciéndoles ver a los pescadores artesanales que ellos no tienen por qué convertirse en 'perros del hortelano'. Tampoco puede dejarse de lado el aprovechamiento de los enormes recursos hidroenergéticos de la sierra para exportar energía limpia.

En concreto, no puede perderse de vista que el objetivo del desarrollo es crear riqueza y bienestar. Pero ello debe ser redistribuido durante el proceso y no esperando que llegue a los que más tienen y luego 'chorree'.

Es, entonces, momento de pasar a la acción. El Gobierno, sustentado sobre estas sólidas y maduras estructuras de pensamiento político, deberá asumir la responsabilidad de promover la inversión privada en el país, de forma generalizada y no solo entre los empresarios tradicionales, como lo ha venido haciendo.

Deberá hacer de esta inversión privada social el espolón de proa de la reconversión de las áreas más deprimidas y convencerlas de dejar de esperar sentados en un banco de oro la ayuda del Estado. Ellos tienen la fuerza, como lo demuestran la cooperativa de Porcón, en Cajamarca, que ha reforestado 9.500 hectáreas de pino, o la Cooperativa Oro Verde, que exporta café de primera calidad a Francia, entre tantas otras.

Eso sí, deberá haber controles y sanciones estrictas para quienes transgredan la ley, en especial los que abusen de los beneficios otorgados. Tampoco se podrá dejar de lado la ayuda social para aquellos más deprimidos a quienes les tome mayor tiempo incluirse en esta reconversión.

Y todo esto corresponde hacerlo al Gobierno y de manera específica al autor del artículo, el presidente Alan García.

No más mendigos sentados en bancos de oro, ni perros del hortelano, ni chivos expiatorios. Es el mensaje que nos deja el artículo. Es tiempo de que entendamos que los recursos están para ser utilizados (si bien no abusados) y que, respetando la propiedad, quienes los tengan ahora asuman la responsabilidad social de hacer que produzcan lo más posible en beneficio de todos los peruanos.

sábado, 3 de noviembre de 2007

Perro del Hortelano 7 - Humberto Campodónico

Poner en valor los recursos naturales, ¿para quién?

Diario La República 3 de Noviembre de 2007

http://www.cristaldemira.com/articulos.php?id=1598

Por Humberto Campodónico

El artículo del presidente García insiste en que hay un enorme potencial de ingresos si se explotan los recursos naturales, pero hay "perros del hortelano" que se oponen a esa explotación de manera dogmática. Son los "comunistas de ayer, convertidos en los ecologistas de hoy, que no quieren que el Perú progrese".

Ciertamente, existen pequeños sectores que no quieren ninguna explotación. Pero son los menos. Sin embargo, con ese argumento se pretende también incluir como "opositores radicales" a los que plantean que la explotación de los recursos naturales debe cumplir con los estándares ambientales y sociales de la legislación vigente.

Por ejemplo, la ley 26834, Ley de Áreas Naturales Protegidas, establece que en los parques nacionales no puede haber extracción de recursos naturales. Pero hay un proyecto del Ejecutivo que pretende recortar el Parque Nacional Bahuaja Sonene para la explotación de gas. ¿Por qué? En Brasil, como en Perú, existe esta legislación. Y Petrobrás la cumple. ¿Exigir que se cumpla la ley es ser perros del hortelano?

Cuando Yanacocha, en el 2004, quiso explotar yacimientos de oro en el Cerro Quilish, la población se opuso porque estimaba que se depredarían los acuíferos de la zona. Yanacocha insistió, pero finalmente se dio cuenta de su error y se rectificó públicamente en un comunicado (www.cristaldemira.com, 6/11/2004).

Ahora bien, si los proyectos de explotación de recursos naturales cumplen con la ley y se procede a su explotación, la cuestión central es: ¿Quién se beneficia con su "puesta en valor"? Lo normal es que las concesiones mineras y los contratos petroleros reflejen un equilibrio económico que beneficie a las empresas y al Estado, porque la Nación es dueña de los recursos naturales.

Pero esto no sucede actualmente. Los precios internacionales están por las nubes, así como las utilidades de las empresas. En esta situación, el ejemplo de la provincia de Alberta, Canadá, es significativo, pues acaba de establecer que, si los precios del petróleo aumentan, también deben subir las regalías.

Léase bien, en Alberta se considera que no es suficiente el ingreso extra proveniente del impuesto a la renta (lo que también sucede en el Perú), pues plantea que la sobreganancia por el alza de precios no solo debe beneficiar al inversionista, sino que también debe ser extensiva al propietario del recurso natural.

Pero en el Perú eso no sucede, pues las modalidades de contratación no lo contemplan y el Estado no participa de las sobreganancias. Este impuesto fue planteado por los 2 partidos que llegaron a la segunda vuelta, pero el APRA incumplió su promesa.

Tampoco el artículo de García plantea modificar esa situación de ahora en adelante, proponiendo, por ejemplo, una cláusula de aumento de las regalías cuando aumenten los precios. No solo eso. Se firman nuevos contratos de estabilidad tributaria (con Majaz) que no contemplan participación en la sobreganancia y ni siquiera se habla de derogar el Art. 62 de la Constitución, que los hace inmodificables.

Así, las sobreganancias irán a las arcas de las empresas y no al Estado. Se pierde la oportunidad de que los recursos naturales financien el salto del país al siglo 21, con inversiones en infraestructura, salud, educación, modernización tecnológica y pleno aprovechamiento de las tecnologías de la información y del conocimiento.

El sentido de la "puesta en valor" de los recursos naturales (respetando el medio ambiente y los derechos de la población) implica reconocer que estos son de la Nación, a la cual le corresponde participar de sus beneficios. De otra manera, la "puesta en valor" valorizará, sobre todo, las acciones de sus inversionistas.

Perro del Hortelano 6 - Antonio Brack

Sobre el perro del hortelano

Diario El Comercio Sábado, 3 de noviembre de 2007

http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2007-11-03/sobre_el_perro_del_hortelano.html

Por Antonio Brack Egg. Ecólogo

El presidente de la República ha publicado el 28 de octubre , en El Comercio, un polémico artículo sobre los recursos desaprovechados y los impedimentos de diversa índole que frenan la generación de riqueza. Es la primera vez que un presidente toca ciertos temas: la Amazonía; la puesta en valor de los bosques; respetar los bosques vírgenes; hacer productivas 8 millones de hectáreas degradadas; la propiedad de la tierra en la selva; el mar y la maricultura; la hidroenergía, limpia y renovable; la educación y la puesta en valor del cerebro de los jóvenes.

Señala diversos obstáculos para la puesta en valor de estos recursos: "el síndrome del perro del hortelano"; el minifundio; los nativos selváticos no contactados; la sacralización de la selva; el sueño de un país agrario más no minero; y, en fin, la falta de una visión de apuesta hacia el futuro. Se indica que es necesario fomentar las grandes propiedades privadas y las tierras deberían ser vendidas en grandes lotes para generar inversión y desarrollo. Sin embargo, varios temas importantes se quedaron en el tintero.

Uno de ellos es que para ser propietario de tierras en la selva la falacia actual es que solo se puede otorgar propiedad sobre el suelo mas no sobre el bosque. Para titular se exige que el bosque debe ser talado y que deben existir 'mejoras', o sea, agricultura o ganadería, porque hasta hoy el desarrollo amazónico se concibe como desarrollo agropecuario, mas no de manejo de bosques. Si se continúa con este enfoque se fomentará la tala de bosques para fines agropecuarios mas no para generar riqueza. Esto conllevará a que la tala de bosques sea indetenible y que el año 2020 no solo existan 10 millones de hectáreas deforestadas, como hoy, sino 20 millones y un desastre como en San Martín, donde se han talado 2 millones y solo se cultivan 300 mil.

Otro punto importante es la reingeniería del aparato estatal. Hoy el Estado es uno de los impedimentos más patéticos para avanzar en el desarrollo: trámites engorrosos y reglamentos con enfoque anticuado; funcionarios sin mentalidad de fomento sino de freno; escasa autoridad; y, lo que es peor; sin una visión de futuro en concordancia con las nuevas tendencias. Necesitamos un Estado facilitador y promotor, y que vele por los derechos de los ciudadanos.

El que solo las grandes propiedades posibilitarán la puesta en valor y la inversión, no es tan cierto. En Pachiza (Juanjuí) existen centenares de cultivadores de cacao de primera calidad y que exportan a Suiza a Ferrero Rocher a través de Acopagro, y el secreto es producir calidad, asociarse y llegar al mercado en forma competitiva. En Ucayali existen miles de cultivadores de palma aceitera; se han asociado; poseen su propia planta de procesamiento, y están en la capacidad de ampliarse con fondos propios. En Madre de Dios los castañeros de Ascart tienen certificación forestal y orgánica de valor internacional y exportan castaña orgánica a Europa a buenos precios. En Cotahuasi la APCO, formada por decenas de agricultores tradicionales, exportan productos andinos (kiwicha, quinua, maíz morado, etc.) orgánicos a Europa. En Lamas, la cooperativa Oro Verde exporta un café de alta calidad al mercado francés. Casos como estos abundan. Recordemos que el Perú es un país donde los microempresarios y pequeños empresarios son más del 90%.

Para lograr reforestar las tierras degradadas ociosas e ingresar al enorme mercado de los bonos de carbono y producir un recurso escaso a futuro, como son la madera y sus derivados, no hace falta entregar la tierra a grandes consorcios, porque comunidades organizadas y capacitadas también lo pueden hacer. El ejemplo fehaciente es la cooperativa Atahuallpa-Jerusalén de Porcón, en Cajamarca, que, con apoyo belga, ha reforestado 9.500 hectáreas y hoy el manejo de bosques es su primera fuente de ingresos. En la sierra existen miles de hectáreas de aptitud para la reforestación en manos de centenares de comunidades, pero que no logran poner en valor sus tierras por falta de organización y capacitación. Los capitales existen y están disponibles. Chile, Uruguay, Brasil y Argentina están reforestando millones de hectáreas porque el Estado ha tomado una decisión política para atraer capitales.

En la Amazonía las comunidades nativas son dueñas de al menos 12 millones de hectáreas de bosques y podrían transformarse en magníficos empresarios forestales. Lo han demostrado 5 comunidades shipibas de Ucayali que han obtenido certificación forestal internacional para el manejo de sus bosques comunitarios, apoyados por una ONG con visión moderna.

Finalmente, concuerdo con el presidente en que debemos poner en valor el cerebro de nuestros jóvenes. Esto significa reorientar la educación hacia objetivos claros e incluir el buen manejo de recursos naturales; dar a conocer las bondades de la acuicultura, del ecoturismo, de las plantaciones forestales, de la producción orgánica, de la mejora genética de los camélidos andinos, del reciclaje de residuos sólidos y de aguas servidas, de la minería limpia y con responsabilidad social; y fomentar una mentalidad de ser empresarios. Vale decir, dar el paso de ser campesino a ser empresario del agro; asociarse; producir calidad; y poder llegar a los mercados mundiales. Estas serían las bases para un TLC hacia adentro.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Perro del Hortelano 5 - Jaime de Althaus

El secuestro ideológico

Rincón del autor

Diario El Comercio Viernes, 2 de noviembre de 2007

http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2007-11-02/el_secuestro_ideologico.html

Por Jaime de Althaus Guarderas

Los recursos del país, incluso el trabajo humano, han sido secuestrados ideológicamente y hay que liberarlos. Es el llamado del artículo publicado por Alan García. El arma que se usó para ese secuestro fue el ataque a la propiedad y al capital, lo que empobreció al país desde fines de los 60 hasta comienzos de los 90. Y ahora sus rezagos impiden movilizar nuestro potencial. Eliminarlos no será fácil porque no es evidente a primera vista que el capital y la propiedad sean el motor del desarrollo y, además, la garantía del cuidado ambiental, de la mejoría laboral e incluso de la redistribución social. Por eso, hay que felicitar al presidente, porque un político es valiente cuando denuncia los tótems ideológicos populares.

Las concesiones forestales demagógicamente pequeñas de la ley forestal de Velasco llevaron a la caoba y el cedro al borde de la extinción, porque solo concesiones grandes y capitalizadas aseguran una explotación sostenible. Y no fue la gran inversión sino la pobreza la que deforestó la selva alta. Efectivamente, solo se podrá reforestar en plantaciones comerciales viables que fijen carbono, si se permite la propiedad privada de las tierras porque esas inversiones son de largo plazo y necesitan seguridad en la tenencia. Lo mismo con la minería. Solo una inversión fuerte tiene la capacidad de desarrollar las tecnologías limpias que ahora existen.

Solo derechos de propiedad claros aseguran la inversión y el resguardo ecológico y social. En la agricultura, el regreso del capital a las azucareras ha permitido restablecer los derechos de los trabajadores. La reforma agraria, en cambio, destruyó los sistemas de riego y envenenó el capital social, hundiendo en la pobreza a muchos parceleros que ahora les es difícil asociarse. Pese a ello, la agroexportación, consecuencia de la restauración de la sociedad anónima en el campo, está generando una clase de trabajadores capacitados que vuelca sus conocimientos en sus propias parcelas que empiezan a agregarse a otras para conseguir tamaños más viables. Hay una pequeña agricultura capitalista en ciernes.

Pero el artículo se atreve a cuestionar a la propia comunidad campesina como una supervivencia colonial que impide el progreso, abriendo el debate al respecto. En realidad, las comunidades tienen sentido como instancia de autogobierno y realización de obras, pero debería permitírseles tomar la decisión de titular internamente las propiedades de facto de sus comuneros, pues la propiedad agrícola en las comunidades es de hecho familiar, no comunal. Y debería permitírseles llegar a acuerdos de asociación, alquiler o venta de sus áreas propiamente comunales para plantaciones forestales o ganadería moderna. Nada de esto impide difundir, por ejemplo, sistemas de riego por aspersión o goteo que permitan a los campesinos emanciparse de la pobreza.

¿Y el trabajo? Secuestrado, efectivamente, por una cúpula, no se libera solo con la ley mypes en gestación. Se requiere ampliar a todos los tamaños empresariales el régimen simplificado, permitiéndoles a los beneficiarios de la ley general canjear algunos beneficios por mayor salario, si lo desean. De una vez.

Perro del Hortelano 4 - Modesto Montoya

Ciencia sin perro lazarillo

El Estado parece haber condenado a muerte a los centros de investigación científica y tecnológica

Diario El Comercio Viernes, 2 de noviembre de 2007

http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2007-11-02/ciencia_sin_perro_lazarillo.html

Por Modesto Montoya *Físico

El presidente Alan García, en su artículo "El síndrome del perro del hortelano", enumera las resistencias que existen a la explotación de los innumerables recursos naturales peruanos. Al final de su artículo, en un párrafo pequeño, se refiere al tema de la educación señalando a "los malos profesores y malos funcionarios que exigen no ser evaluados para esconder su mediocridad y así el sistema sigue produciendo resultados sin valor".

Es bueno que tratemos de explotar los recursos naturales. Pero eso no es suficiente. Los países que pretenden crecer, con el menor impacto ambiental posible, apuestan al conocimiento científico y tecnológico. La presidenta Michelle Bachelet, en ocasión de la duodécima Semana Nacional de Ciencia y Tecnología, dijo a los chilenos: "Creo que es evidente para todos nosotros que en un país como el nuestro, que requiere seguir desarrollándose, un tema como la innovación, la ciencia y la tecnología es clave". Y en la reciente inauguración del Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de Alimentos de la Universidad de Santiago, la presidenta Bachelet anunció que, desde ahora hasta su bicentenario, Chile iba a subir de 0,6% a más de 1% del PBI su inversión en ciencia y tecnología (el Perú invierte apenas el 0,11 % del PBI para estos fines).

Chile está decidido a innovar. La sola presencia del primer mandatario de un país en actividades de ciencia y tecnología incentiva a los profesionales jóvenes para iniciarse o seguir en ellas.

En el Perú, en la reciente conferencia internacional Universidad y Empresa, organizada por Universia, se mostró, una vez más, lo poco que el Perú invierte en innovación, y la poca confianza que tienen los empresarios en la universidad y los centros de investigación. La consecuencia lógica de una situación como esta es la dependencia tecnológica y la pobreza que se vive.

Más aun. El Estado parece haber condenado a muerte a los centros de investigación científica y tecnológica, cuyos investigadores tienen una edad promedio de 50 años. A pesar de ello, cada año la Ley de Presupuesto Público prohíbe nombrar a nuevos investigadores. En julio del 2006 se promulgó una ley de crédito suplementario, una de sus cuyas cláusulas levantaba esa prohibición. Desafortunadamente esta fue repuesta en agosto de ese mismo año. ¿En esas condiciones, cómo atraer a nuestros talentos del extranjero? ¿Cómo vamos a generar valor agregado a nuestras materias primas? ¿Competiremos en el mercado internacional con 'viejas glorias'?

Algunos grupos de funcionarios públicos se oponen a ser evaluados, incluso en las universidades y centros de ciencia y tecnología. Sin embargo, el presidente García tiene el poder para legitimar su voluntad, aplicando criterios meritocráticos en la asignación de los cargos de confianza de instituciones de investigación científica y tecnológica del Estado, según créditos universalmente reconocidos: 1) Grados de doctor en ciencia y tecnología obtenidos en universidades de prestigio. 2) Producción certificada por artículos publicados en revistas internacionales indexadas o inventos patentados. 3) Liderazgo reconocido por la sociedad y por el empresariado, que es el que finalmente invertirá en proyectos de riesgo con las universidades o institutos.

Esto debe ir acompañado de la reestructuración del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, tendiendo a la optimización del uso de los recursos; y del establecimiento de la carrera de investigador científico y tecnológico, con un reglamento que asegure que los más competentes y productivos tengan mejores remuneraciones y responsabilidades de dirección.

Con la firma del TLC con Estados Unidos, la ciencia y la tecnología se convierten en urgencias nacionales. La competitividad nacional requiere decisiones coherentes que incentiven los esfuerzos y la creatividad de todos los peruanos. La ciencia no puede avanzar como ciego sin perro lazarillo.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Perro del Hortelano 3 - Richard Webb

El presidente García y el banco de oro

Se legisla más para la vitrina que con criterio realista y la política con frecuencia responde más a las motivaciones del hígado que del corazón

Diario El Comercio Jueves, 1 de noviembre de 2007

http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2007-11-01/el_presidente_garcia_y_el_banc.html

Por Richard Webb. Ex presidente del BCR

¿Por qué seguimos en pobreza? Algunas veces decimos que es por la escasez de recursos, otras veces, que los recursos sobran pero que no sabemos administrarlos. La primera explicación incide mucho en la falta de capital; la segunda, en el mal aprovechamiento que hacemos de los abundantes recursos del país. El reciente artículo del presidente García (El Comercio, 28 de octubre) se ubica dentro de esta segunda escuela, y en el futuro la frase central de su artículo, "El síndrome del perro del hortelano", se repetirá junto con el ya famoso dicho, un mendigo sentado en un banco de oro, cada vez que se quiere atribuir la pobreza al desaprovechamiento de lo que tenemos. Sin embargo, la frase de García no se limita a afirmar que los recursos abundan; pretende explicar además por qué no hacemos un mejor uso de ellos. La explicación viene a ser una acusación: La mala gestión de nuestras riquezas, dice García, se debería a una confabulación de emotividades malsanas, tabúes irracionales e intereses sectarios.

Comparto la interpretación del presidente García, y la considero una perspectiva muy sana en cuanto nos obliga a mirar más de cerca nuestras propias acciones antes que a las causas externas del subdesarrollo. Sin embargo, la realidad de los recursos es compleja. Hasta el año 1950 teníamos el mismo mar que tenemos hoy, pero aún no existían la tecnología pesquera ni el mercado de alimentos para animales que iban a convertir ese mar en una extraordinaria riqueza natural. Hace apenas veinte años los cerros del Perú tenían el mismo contenido de oro que tienen actualmente, pero aun no existía la tecnología que iba a reducir el costo de extracción y convertir cerros inútiles en fabulosas minas de oro. En general, los llamados recursos naturales no son puramente naturales sino en parte creaciones del hombre, y en particular, del inversionista. Otras veces los recursos existen sobre todo en la imaginación. Antes del año 70 se publicaban estadísticas demostrando que en el Perú había una abundancia de tierras, y que la pobreza se debía solamente a su mala distribución. La reforma agraria nos hizo descubrir que la mayor parte de esas tierras eran pastizales, bosques, cerros y tierras sin agua y que en el Perú la cuota de verdadera tierra arable por habitante era una de las más bajas en el mundo. Hoy, cada día se hace más claro que la dotación de tierras agrícolas en el país depende de la inversión que se realice para crear fuentes de agua.

A decir de la explicación del presidente García, las causas de la mala gestión son quizás más un tema para el psicólogo y el sociólogo que para el economista. El llamado miedo irracional a sufrir un daño ecológico, por ejemplo, se debe, seguramente, en parte a la casi absoluta desconfianza en las instituciones, públicas y privadas. Cuando existe alguna posibilidad, aunque remota, de que se afecte la capacidad para seguir cultivando o la misma salud, ¿a quién creer? ¿Es racional creer en el Estado? ¿No tiene algo de lógica la oposición terca? Por la misma razón el pequeño agricultor de la sierra se apega a sus cultivos y tecnologías tradicionales cuando el uso de cultivos y métodos nuevos podría duplicar el rendimiento de su tierra. Sin embargo, lo viejo es conocido, el que vende lo nuevo con frecuencia exagera, y además, ¿quién cubrirá la pérdida si el cambio no funciona? Ciertamente, hay mucho de cinismo en los impedimentos a la buena gestión. Se legisla más para la vitrina que con criterio realista y del bien de la mayoría y la política con frecuencia responde más a las motivaciones del hígado que del corazón. No hay un remedio simple para los cinismos y los tabúes irracionales pero, indudablemente, el camino debe incluir un liderazgo honesto, sostenido y con clara preocupación por el bien común, que contribuya así a la gradual creación de credibilidad en las instituciones. Desde esa óptica, celebro el artículo publicado por el presidente.