jueves, 15 de noviembre de 2007

Perro del Hortelano 13 - Álvaro Rojas

Conociendo (más) al presidente García

Diario El Comercio Jueves, 15 de noviembre de 2007

http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2007-11-15/conociendo_mas_al_presidente.html

Por: Álvaro Rojas Samanez. Politólogo |

Nadie puede negar, obrando con realismo, que uno de los ejes de la política nacional está constituido por las acciones, decisiones (e indecisiones), silencios y opiniones, del presidente de la República. Por el alto cargo, por su protagonismo, por su permanente --a veces inevitable-- presencia en los hechos centrales, por los ataques que recibe, las críticas a su gestión, por la defensa de sus actos.

Alan García es, en este momento, el personaje central. Él, además de saberlo, procura recordárnoslo, con la mayor frecuencia posible. Sea desde Palacio, condecorando a un afamado tenor o a un humilde vendedor de dulces limeños o desde algún lugar populoso anunciando programas sociales, promoviendo la inversión. Sin previo anuncio, aparece por cadena nacional y desde la TV critica las protestas de gremios en conflicto, cualquiera que este sea: mineros, médicos estatales, profesores universitarios.

Ya no solamente habla con la prensa, en algún acto público, ni dirige discursos sesudos aprovechando una ceremonia inaugural o un evento oficial. Su indudable capacidad para crear escenarios y establecer puntos de referencia, que generan acciones (y reacciones) en sus adversarios, lo lleva a la incursión exitosa en las páginas editoriales. (Su aparición aquí determinó toda clase de respuestas, varios debates televisivos y numerosos alegatos que, hasta su mención al perro del hortelano, parecía reservado a provocativos artículos de Vargas Llosa o candidaturas atemorizantes de militares nacionalistas).

El doctor García se mueve como pez en el agua por la turbulenta política nacional. Le bastan pocas cosas: el piloto automático de la economía, la continuación de propuestas de gran potencial futuro (cambio de la matriz energética, incrementar la exploración petrolera y el desarrollo de pozos en la zona gasífera del sureste, así como el avance de las carreteras troncales que unirán los dos océanos), la consolidación de la propuesta por la apertura comercial (garantizada con los TLC y las negociaciones con varios países) y mantener una razonable distancia con los temas regionales.

De todo lo demás --política interna, gestión ministerial, conducta parlamentaria, reclamos regionales, reconstrucción de la zona afectada, programas de vivienda, discusión presupuestal, aprobación de dispositivos legales necesarios-- se encarga el equipo que encabeza Jorge del Castillo, con el soporte de algunos alfiles apristas (Mulder, Gonzales Posada, Velásquez Quesquén, etc). Logra distanciarse de la gestión de sus ministros y se muestra, más de una vez, como el principal crítico de la gestión de ellos, aunque a veces una encuesta le dé un golpe duro y lo muestre como los vagones cuando bajan de la montaña rusa.

El presidente García ha empezado a mostrar un estilo que nadie imaginaba: evitar que otros le 'hagan' la agenda. Incluso soporta a pie firme las provocaciones en algunos periodistas y las emboscadas de ciertos francotiradores. Esa táctica da resultados. Incluso, tiene seguidores: el alcalde Luis Castañeda, el polémico Álex Kouri, la ausente Lourdes Flores, la cauta y medida Mercedes Cabanillas. Basta ver, solamente, sus cifras de reconocimiento y aceptación ciudadana.

En un país sin organizaciones partidarias sólidas y duraderas, pero con una población altamente politizada, el actual perfil del doctor García parece ser un buen camino para lograr el afianzamiento de los políticos y evitar la precariedad y el desprestigio de los años recientes.